Anticipo: Museo de Artes y Costumbres Populares

La rendija
tiene el grosor
de la tabla de madera de una mesa
sumados a los centímetros del canto de un libro,
canto de sirena,
diría que de Paidos.

No entra luz por ella
así que hay pegar bien la nariz para vislumbrar algo,
afortunadamente tampoco el olor,
como una foto antigua
donde escudriñas los personajes,
y los objetos del pabellón mudéjar.