he empezado a tejer mi capullo
en la caja de zapatos
agujereada con un tenedor
donde dijiste que cabría a la perfección.
envuelta en seda
y en olor pegajoso de moreras
de Ziryab
esperaré mi turno para desplegar las alas
confiando en no quedar reducida a polvo.
desde aquí
agazapada
(cuanto hacía que no usaba esta palabra..)
aguantaré los envites del azar objetivo
como el traslado
Braunsweich - Terrassa...